La fiesta de los toros no es un espectáculo al uso, su grandeza radica en ser un trance entre la vida y la muerte.

lunes, 4 de julio de 2016

Miguel Fernández habló de la genealogía del toro bravo en "Tercio de Varas"

En el mediodía del pasado dos de julio de este año 2016, se celebró en “Tercio de Varas” la segunda tertulia del ciclo bautizado como “Hablemos de toros”. La presentación corrió a cargo, como es costumbre, del presidente de la peña, en este caso se trata de Juan José Hurtado, que inició dando a entender que esta segunda tertulia era la continuación de aquella que nos ofreciera Alfredo Álvarez en pasadas fechas –al que felicitó- sobre los hombres del campo bravo, la de hoy sobre el toro de lidia, ambos estrechamente unidos. Sobre el invitado destacó sus conocimientos y afición sobre el toro bravo, explicó que el ser un conocedor de la geografía española, por su profesión de conductor, le sirvió para saber dónde están ubicadas un sinfín de ganaderías españolas; teoría que ratificó el propio invitado.





Tras la presentación tomó la palabra Miguel Fernández para determinar que, aunque hacer esto –refiriéndose a la charla- le suponía un esfuerzo importante, era su obligación para cumplir con la tarea que todo aficionado tiene, que es la de divulgar la fiesta de los toros. Durante la conferencia advertimos tres estados en Miguel Fernández: pasó de estar ligeramente tenso al principio de la exposición a centrado durante el desglose de la genealogía de la ganadería brava y visiblemente emocionado a la hora de firmar en el libro de honor de esta casa al leer su emotiva dedicatoria en la que reconocía la felicidad que sentía al encontrarse en esta peña entre amigos.


Las cinco castas fundamentales o fundacionales fueron analizadas de manera irregular de forma deliberada por el invitado; liviano fue el recorrido por las tres primeras: Navarra, Cabrera y Jijona, se recreó más en la casta Vazqueña por considerarla una casta importante, y, mucho más profundo, sobre la de Vistahermosa. El análisis discurrió desde su origen, fundada con ganado de los hermanos Rivas, hasta nuestros días. Con todo lujo de detalles, a la vez que recurriendo a aquellas anécdotas curiosas que se dieron durante la historia de la creación de las diversas variantes y estirpes, que además de enriquecer, hacían amena la charla. Una de estas anécdotas fue la de José Bueno cuando compró a la viuda de Albaserrada, que soltó sobre la mesa el dinero que portaba en sus alforjas al dudar ésta de su capacidad de compra; otras como las artimañas realizadas por José Vázquez a través del cobro de los diezmos llegando a decir: Tengo lo que ustedes tienen, pero ustedes no tienen lo que yo; o aquella maniobra que le hizo Antonio Llaguno al Marqués de Saltillo llevándose lo mejor de la ganadería a México tras hacer una treta con el mayoral que posteriormente desapareció y no se supo más de él.

Durante el coloquio posterior a la conferencia, admitió Miguel Fernández que Cobradiezmos, toro de Victorino indultado en Sevilla en la pasada feria, puede ser el equilibrio perfecto entre la bravura y la casta. Se decantó por el tronco que parte de Dolores Monge; y, sobre la polémica corrida de Saltillo lidia en el pasado San Isidro dijo de ellos que era portadores de la fiereza antigua y que se mostraron excesivamente encabritados.

Tras firma en el Libro de Honor de la peña y dejar escrita aquella sentida dedicatoria, cerramos una charla que resultó, a la vez que didáctica, amena e interesante.