La fiesta de los toros no es un espectáculo al uso, su grandeza radica en ser un trance entre la vida y la muerte.

J.D. ARÁNEGA




LA VOZ DEL AFICIONADO 


CARTA REIVINDICADORA. Diciembre 2003. 


DAVID CAIRELES, TORERO, LIMA (PERU)

Srs. Dª Afición Española Presidentes de los Ruedos Ibérico ESPAÑA. 

Muy Srs. míos: 

He recibido noticias de este año que finaliza a través de un aficionado, y según me comunica, ha sido poco brillante y fraudulento en el ámbito taurino. 

Al efecto y sin tener el gusto de conocerles, como afición, me permito la libertad de escribirle la presente, por si quieren dispensarme el favor de utilizar mis servicios como matador. 
     
Cuento con una cuadrilla de Banderilleros y Picadores, que será del agrado de ese respetado público, pues se trata de una cuadrilla de renombrada valía. 
     
En cuanto a mi trabajo, pueden Vds. consultar en la prensa de mi país que se ocupa de toros, y podrán Vds. comprobar que estoy en condiciones de poder merecer la aceptación de la afición española. 
     
Prometo en mi modestia y sin ánimo de ofender y mejorando lo presente, en lidiar cualquier ganado, Santa Coloma, Contreras Vega-Villar, Pedrajas etc. 
           
Aguardando sus indicaciones, suplico conocer la contestación, tengo el honor de aguardarles a Vds.. 
           
Q.B.S.M. 

P/D. Ante la decadencia taurina, que estamos padeciendo, reivindico a los modestos sin jujaneos ni mala jindama, para que con su nueva aptitud reinventen la grandeza y la seriedad de la fiesta. 
             
Va por VDS. 
  
 Juan Diego Aránega Moya.-  Aficionado 
      
Diciembre de 2003.

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